- Revise dos veces al mes el estado general del motor. Como mencionamos anteriormente, es importante que visite a su especialista en mecánica automotriz de confianza para estas labores. Si usted tiene conocimientos de mecánica, centre su atención en asegurarse que todos los componentes se encuentren limpios y con los niveles de líquido como corresponde.
- Limpie el exceso de polvo. Basta una limpieza de media hora con un trapo seco. Principalmente procure limpiar las partes superiores. Recuerda realizar esta acción cuando el motor se encuentre frío.
- Antes casos de fuga, visita al mecánico. Por ejemplo, en casos de fuga de agua o aceite, debes llevar el auto preferentemente al mecánico para que analice y solucione el problema.
- Revisa periódicamente la bayoneta que indica el nivel de aceite. A la par de revisar el nivel del aceite de tu vehículo, debes prestarle atención a la varilla o bayoneta de medición. Fíjate que esté bien ubicada y que marque correctamente.
- Si tu motor está muy sucio, lo mejor es lavarlo con agua a presión. Debes tener mucho cuidado y procurar no tocar las partes eléctricas con el chorro de la pistola o manguera. Si no te consideras con las capacidades técnicas para realizar esta limpieza, es preferible dejar esta tarea en manos de expertos.
- Si tu vehículo está perdiendo aceite de manera constante, abre el cofre y revisa si se trata de alguna parte del motor que deba ser reemplazada.
- El líquido anticongelante se debe cambiar cada dos años. Con esto asegurarás el alargar la vida útil del motor.
- Préstale la atención debida a los bordes de la batería En caso de que presenten ácido lo mejor es lavarlos con un cepillo y abundante agua.
- Revisa los arneses eléctricos constantemente. No deben estar pelados ya que podrían ocasionar un corto circuito.
- Verifica visualmente el estado de las bandas del motor. Si estas están agrietadas, lo mejor sería pensar en cambiarlas.
Fuente: Seguros sin barreras